Este titular, “Las mujeres también son infieles”, no debería ser noticia y, en cambio, llama la atención. Vivimos en una sociedad en la que se da por supuesto que las mujeres han de ser buenas madres, buenas esposas y buenas hijas.
Es cierto que está cambiando, pero son convicciones tan arraigadas en la sociedad que aún regulan nuestros pensamientos, conductas y emociones.
Históricamente, se ha considerado que si un hombre se acuesta con muchas mujeres es un seductor irresistible, un ganador masculino y un modelo al que aplaudir. Es un Don Juan, y se le felicita por esa actitud.
En cambio, si una mujer va con muchos hombres, se la considera una fresca o ninfómana, no se le felicita sino que se la trata como una persona que tiene una relación disfuncional con el sexo. Se la juzga y se la critica por ese comportamiento.
Por eso, a día de hoy, hay gente a la que le sorprende que las mujeres sean infieles. En cambio, a través de mi experiencia como psicóloga de parejas he observado que las mujeres son igual (o más) de infieles que los hombres. De hecho, revisando la base de datos de mi consulta puedo afirmar que he atendido a más mujeres infieles que a hombres infieles.
La infidelidad no tiene género, va más allá. Es una experiencia relacional que podemos vivir todos hombres y mujeres. Desde mi perspectiva, una infidelidad atiende a una crisis existencial personal no a un problema de pareja. Es decir, la persona infiel tiene alguna necesidad, conflicto, motivo, razón que no está cubierta y busca fuera de la relación de pareja lo que le falta a ella dentro.
No siempre está relacionado con el estado de “salud” de la pareja. Porque hay parejas que están bien y viven una infidelidad.
¿Eres mujer y has sido infiel?
Si es tu caso, no te añadas más culpa por el hecho de ser mujer. No te fustigues. Aquí lo importante es descubrir desde qué lugar has tomado esta decisión. Es desde la necesidad de agradar, de sentirte viva, desde el deseo que te llena el vacío que sientes, desde la venganza, des de la soledad… escucha tus sentimientos y ponles nombre.
Sigue la voz de tu intuición, porque esa voz nunca miente, en ella encontrarás todas tus respuestas. Después sé valiente y determinada para seguir lo que esta voz te está dictando. Solo tú puedes salir de donde estás y reconducir las relaciones que estás construyendo.
¿Eres hombre y tu mujer te ha sido infiel?
Si esta es tu situación, no te alarmes. Las mujeres también son infieles, como te decía. No te castigues pensando que ella es mujer y tendría que ser una buena esposa, una buena madre o una buena mujer. Y no haberte sido infiel. Pensar eso no te lleva a nada.
La infidelidad va más allá del género y atiende a una crisis existencial personal que afecta directamente a la relación de pareja. No se trata de justificar a nadie, pero tampoco hay que caer en el victimismo.
¿Qué hacer ante una infidelidad?
Si eres mujer o hombre y estás siendo infiel, primero: deja de sentirte culpable, porque la culpa paraliza, bloquea y no deja avanzar.
Toma la decisión de cambiar y de salir de esta situación que emocionalmente es insostenible. Toma responsabilidad para encontrar una solución y reducir tu sufrimiento.
Si eres hombre o mujer y tu pareja te ha sido infiel, no te abandones. Es un proceso largo, muy doloroso y puedes caer en un diálogo mental muy destructivo si te dejas arrastrar por ese cóctel de emociones.
En breve saldrá la guía Las 8 Claves para afrontar una infidelidad sin dañar tu autoestima, que te podrás descargar gratuitamente. Es una guía que recoge las bases para reconducir el golpe y avanzar hacia tu bienestar y que es fruto de estos 10 años de acompañamiento en terapia a centenares de parejas que han pasado por lo mismo que tú ahora.
La infidelidad, junto a la ruptura, son dos de las situaciones más complejas que la pareja puede atravesar. Es muy fácil caer en la queja. Pero hay otra opción, y es una opción que te acerca a tu bienestar. Y es la de elegir tu poder para cambiar esta situación, tú eres un agente activo de tu vida: toma acción y lidera tu vida.
La infidelidad también es una oportunidad para transformar la pareja. Es el fin de la pareja como hasta ahora la habías vivido o construido y es el principio de una nueva pareja. Si los dos queréis, existe la opción de sentar las bases hacia una nueva pareja que nazca de unos nuevos cimientos, más afines a la realidad actual.
En cualquier caso, sé perfectamente que lo estás pasando mal y que te sientes en un huracán emocional que ha trastocado tu vida. Si no lo quieres afrontar solo o sola, porque prefieres que alguien te guíe y te indique el camino de vuelta a “casa”, puedes contar conmigo.
A veces necesitamos un espacio de contención y necesitamos que nos enseñen a sostenernos. Me sentiría muy agradecida de ser esta persona. Si necesitas acompañamiento individual y/o de pareja, puedes contactar.
Un mito obsoleto
Finalmente, invito a que rompamos este mito de que las mujeres no son infieles, porque es un mito obsoleto alimentado por la cultura patriarcal. Apela a la mujer como virgen, un arquetipo incompleto. Las mujeres somos mucho más que una buena esposa, una buena madre o una buena hija.
Hemos hecho una prueba y hemos buscado qué imágenes aparecen si escribimos “Mujer Infiel” y qué otras salen en la búsqueda de “Hombre Infiel”. Y el resultado es el siguiente:

Bajo el concepto de “Mujer Infiel” sale:
- una mujer pillada in fraganti en la relación sexual con su supuesto amant,
- mujer arrepentida al ser descubierta infiel,
- una mujer que se va de casa y deja su pareja, como si ser infiel fuera sinónimo de irte de casa,
- y una mujer con mirada de dobles intenciones.
Y en la búsqueda de “Hombre Infiel” sale:
- una mujer infiel,
- un hombre que propone matrimonio mientras se queda prendado por una mujer de vestido rojo,
- una mujer histérica que quiere pegar a un hombre que está seductoramente hablando por el móvil,
- y la de una mujer que mira con la frente arrugada a un hombre pletórico que sonríe.

La representación en imágenes de los conceptos “mujer infiel” y “hombre infiel” es muy distinta y poco equitativa. ¿Os imagináis lo mismo pero al revés?
Son en estos casos en los que nos damos cuenta que la mentalidad patriarcal está aún muy vigente. Es verdad que se está haciendo mucho trabajo, y no podemos parar, porque queda mucho camino por recorrer. Evidentemente no estamos invitando a la mujer a ser infiel. Pero sí queremos cambiar nuestra forma de interpretar la infidelidad masculina y la femenina.